Hostigamiento laboral con perspectiva de género
El hostigamiento laboral, también conocido como mobbing, se define como una conducta de violencia psicológica o física en el entorno de trabajo, ejercida de manera sistemática y prolongada. Su objetivo es intimidar, humillar, ofender o excluir a una persona, afectando su dignidad, su integridad y su desempeño laboral.
En México, la Ley Federal del Trabajo lo define en su Artículo 3º Bis como:
“todo acto o comportamiento contrario a la dignidad y la integridad de la persona trabajadora o de sus familias, ya sea por acción o por omisión, que tenga como consecuencia un daño físico, emocional, económico o moral, así como el desprecio a la condición laboral, sin importar el lugar, momento o medio en que se realice, sea de forma verbal, escrita, a través de medios electrónicos o por cualquier otra forma”.
Ejemplos de Hostigamiento Laboral con Perspectiva de Género
El hostigamiento laboral se agrava cuando incorpora una perspectiva de género, es decir, cuando se dirige a una persona por su género, orientación sexual o identidad de género. Algunos ejemplos comunes en el contexto mexicano incluyen:
- Acoso por embarazo: hostigar a una mujer por estar embarazada o por tener la intención de embarazarse. Ejemplos:
- Despido injustificado o presión para renunciar una vez que se anuncia el embarazo.
- Relegar a la trabajadora a tareas sin importancia o disminuir su carga de trabajo de manera que se justifique su despido o se le haga sentir inútil.
- Negar permisos de maternidad o presionar para que se regrese al trabajo antes de lo estipulado por ley.
- Violencia y discriminación salarial: la brecha salarial de género es un tipo de violencia económica. Un ejemplo de hostigamiento es:
- Asignar a una mujer un salario inferior al de un hombre que realiza las mismas funciones, con el argumento de que es “complementario” para su familia o que su trabajo “vale menos” que el de un hombre.
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- Acoso sexual y acoso por género: es uno de los tipos más graves de hostigamiento.
- Comentarios y chistes sexuales no solicitados.
- Proponer un “intercambio” de favores sexuales a cambio de un ascenso o para evitar un despido.
- Tocamientos o acercamientos no deseados.
- Requerir a una trabajadora que use vestimenta específica o que cambie su apariencia para “complacer” a clientes o a la gerencia.
- Hostigar a personas de la comunidad LGBTQ+ por su orientación sexual o identidad de género, como burlas, chistes o exclusión social.
- Exclusión y aislamiento:
- No invitar a una mujer o a una persona no binaria a reuniones o eventos importantes donde se discuten decisiones clave, con el fin de degradar su estatus profesional o socavar su autoridad.
- No asignar tareas importantes a una trabajadora, argumentando que no tiene la “capacidad” o “fuerza” para realizarlas, a pesar de su experiencia y habilidades.
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del INEGI, en 2021, el 32% de las mujeres trabajadoras en México han sufrido violencia laboral a lo largo de su vida, siendo la violencia por parte de compañeros de trabajo o superiores una de las más comunes.
