Violencia digital arrincona identidades: mujeres indígenas exigen protección real en América Latina
La violencia en línea contra mujeres indígenas avanza con rapidez en la región, y hoy se consolida como una forma de violencia de género que combina racismo, misoginia y desigualdad estructural.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU reunió a lideresas y defensoras para analizar el fenómeno y exigir respuestas urgentes.
Durante el taller “Violencia digital contra las mujeres indígenas en América Latina”, las participantes subrayaron que el acoso, las amenazas, la difusión no consentida de imágenes y la desinformación afectan de manera desproporcionada a quienes ya enfrentan desigualdades históricas, especialmente en territorios con brechas de conectividad y alfabetización digital.
La lideresa maya Iris Brito señaló que esta violencia deteriora la salud mental, limita la participación comunitaria y profundiza el aislamiento de mujeres en zonas rurales, donde reportar un ataque digital suele ser un proceso largo, inaccesible y sin garantías.
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Panelistas como Ercilia Castañeda, Elisa Loncon y Ruth Alipaz coincidieron en la necesidad de crear marcos jurídicos interculturales, protocolos específicos y mecanismos de denuncia que consideren el contexto indígena. Advirtieron que los vacíos legales actuales permiten que las agresiones queden impunes y desincentivan a las víctimas a buscar justicia.
Además, identificaron que la falta de recursos tecnológicos, la escasa infraestructura digital y la ausencia de rutas de atención sensibles a las diversidades culturales constituyen nuevas capas de exclusión.
Entre las propuestas comunitarias, las lideresas destacaron el fortalecimiento del liderazgo indígena femenino, las redes de apoyo entre mujeres, la capacitación en despatriarcalización y la revitalización de prácticas territoriales que funcionan como herramientas de resiliencia.
Las participantes también hicieron un llamado directo a las empresas tecnológicas para asumir responsabilidades en la prevención del discurso de odio y la mejora de los mecanismos de reporte, que actualmente resultan ineficaces para quienes viven en comunidades alejadas.
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Representantes del Alto Comisionado de la ONU reafirmaron el compromiso de impulsar acciones de capacitación, cooperación y asistencia técnica, resaltando la importancia de visibilizar soluciones que nacen desde las propias comunidades indígenas.
El encuentro cerró con un llamado firme: avanzar hacia entornos digitales seguros, con justicia intercultural y participación plena de las mujeres indígenas, es una tarea urgente para toda la región.
