La dignidad primero: deuda pendiente con la infancia trabajadora
Cada 9 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Dignidad de las Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores, un día que busca generar conciencia global sobre la importancia de reconocer, valorar y proteger los derechos de millones de menores que trabajan.
Según datos recientes de UNICEF y Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2024 cerca de 138 millones de niñas, niños y adolescentes en el mundo estaban involucrados en trabajo infantil, de los cuales unos 54 millones realizan trabajos peligrosos que ponen en riesgo su salud, seguridad o desarrollo.
Estos números evidencian que la infancia trabajadora sigue siendo una realidad que limita el derecho a la educación, al juego, a la protección y al desarrollo pleno.
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Más allá de la estadística, este día sirve para recordar que ser niña, niño o adolescente no debe significar renunciar a una infancia digna, sino mantener el derecho a soñar, aprender y crecer con protección.
La dignidad exige que quienes laboran reciban trato justo, condiciones seguras y oportunidades reales para construir un futuro distinto.
Abordar este desafío es responsabilidad colectiva: gobiernos, autoridades, sociedad civil y comunidades deben unir esfuerzos para garantizar que ninguna infancia sea obligada a trabajar cuando debería estar estudiando, jugando o formándose.




