Detección a tiempo: frenar el cáncer de mama

Familia y Bienestar

En México, el cáncer de mama continúa siendo la principal causa de muerte por tumor maligno en mujeres, lo que subraya la urgente necesidad de reforzar la prevención y la detección temprana.

Datos que inquietan

  • En 2023 se registraron 8 034 defunciones por cáncer de mama en personas de 20 años o más; de esos, 7 992 (99.5 %) ocurrieron en mujeres.
  • La tasa de mortalidad para mujeres de 20 años o más fue de 17.9 por cada 100 000 habitantes.
  • Durante 2022, se detectaron 23 790 nuevos casos de cáncer de mama en personas de 20 años o más en México.

La detección temprana aún es deficiente: en algunas entidades la disponibilidad de equipos como mastógrafos es muy baja, lo que limita el acceso oportuno para muchas mujeres.

¿Por qué es tan importante la prevención?

La supervivencia al cáncer de mama aumenta significativamente cuando se realiza un diagnóstico en etapas tempranas. En este contexto, medidas como la autoexploración, la mamografía rutinaria para el grupo de riesgo, y la atención oportuna son estratégicas para salvar vidas.

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Además, la prevención actúa sobre factores modificables como el sobrepeso, la falta de actividad física, el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo, que elevan el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Desafíos que persisten en México

La cobertura de programas de tamizaje y la infraestructura regional son dispares: en estados como Puebla y Oaxaca, la proporción de mastógrafos por cada 100 000 mujeres apenas alcanza entre 1.2 y 1.8, frente a más de 7 en otros.

El diagnóstico tardío sigue siendo una barrera, lo que resulta en tratamientos más complejos y costos más altos para el sistema de salud.

Aunque se proyecta una ligera disminución de las tasas de mortalidad por cáncer en general para 2025 (61.4 por 100 000 mujeres), el cáncer de mama seguirá siendo un reto prioritario para el país.

Lo que se puede hacer

Realizar la autoexploración mamaria mensual, preferentemente después de los 20 años, para familiarizarse con su cuerpo y detectar cambios.

A partir de los 40-50 años (o antes si existe historia familiar u otros factores de riesgo), acudir a una mamografía de tamizaje según lo recomienden los servicios de salud.

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Adoptar hábitos saludables: mantener un peso adecuado, realizar actividad física de forma habitual, limitar el consumo de alcohol y no fumar. Consultar inmediatamente ante síntomas como bultos palpables, cambios en la piel o secreciones inusuales en el pecho.

El cáncer de mama no espera. Mientras más temprano se actúe, mayores son las posibilidades de un tratamiento exitoso y una vida plena. La prevención no es sólo una opción; es una responsabilidad colectiva.

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