¿Empachada? ¡Evita la siesta y alivia el “empacho” con estos 3 remedios!

Familia y Bienestar

El llamado “mal del puerco” o “empacho“, esa pesadez y somnolencia que se siente después de comer en exceso, es un fenómeno común que nos afecta a todas, especialmente después de una gran celebración. No tiene por qué arruinar el resto de tu día.

Este estado de letargo, conocido científicamente como somnolencia posprandial, no se cura con una siesta, sino con estrategias que ayudan a tu sistema digestivo a trabajar de forma más eficiente.

Pasea, no te acuestes

Aunque la cama parezca la solución más tentadora, un breve paseo es tu mejor aliado. La actividad física suave, como una caminata de 15 o 20 minutos, ayuda a acelerar el metabolismo y la digestión.

CONTINÚA LEYENDO: El “efecto umbral”: por qué tu cerebro olvida al cruzar una puerta

El movimiento estimula los músculos intestinales, lo que ayuda a que los alimentos pasen más rápidamente por el sistema digestivo y así reduce esa sensación de pesadez y letargo. Es la forma más efectiva de decirle a tu cuerpo que es hora de activarse, no de descansar.

Infusiones digestivas

Las bebidas calientes son otra excelente opción para calmar el malestar estomacal. Olvídate de los refrescos o jugos azucarados. Las infusiones de hierbas como el té de manzanilla, el té de menta o el té de jengibre son conocidas por sus propiedades digestivas y antiinflamatorias.

La manzanilla relaja los músculos del estómago, la menta ayuda a reducir los gases y el jengibre facilita la digestión de grasas. Tomar una taza de estas infusiones puede ser la clave para sentirte aliviado.

Toma agua, no más comida

Después de una comida abundante, la deshidratación puede confundirse con más hambre. Es crucial beber agua para ayudar a que tu sistema procese los nutrientes y elimine los desechos.

TE PUEDE INTERESAR: Primeros auxilios ante una quemadura: lo que sí y lo que no debes hacer

El agua diluye los jugos gástricos, facilitando la digestión de los alimentos pesados. Evita la tentación de seguir comiendo y, en su lugar, toma un vaso de agua con un toque de limón o pepino, lo que también puede ayudar a sentirte más ligero y refrescado.

Así que la próxima vez que sientas esa indigestión o “empacho” después de una comida, recuerda: la solución no está en la cama, sino en moverte, hidratarte y elegir la bebida adecuada. Tu cuerpo te lo agradecerá.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *