Primeros auxilios ante una quemadura: lo que sí y lo que no debes hacer

Familia y Bienestar

Cada año, miles de personas sufren accidentes relacionados con fuego, líquidos calientes o electricidad. Según datos de la Secretaría de Salud, las quemaduras se encuentran entre las principales causas de atención en salas de urgencias, siendo los niños y las niñas los más vulnerables.

Ante una situación de emergencia, la atención inmediata puede marcar la diferencia en la recuperación y en la gravedad de la lesión.

Quemaduras no graves

De acuerdo con la Cruz Roja Mexicana y la Organización Mundial de la Salud (OMS), los primeros auxilios recomendados son:

  • Enfriar la quemadura con agua limpia y fresca (no helada) durante al menos 20 minutos.
  • Retirar ropa o accesorios alrededor de la zona afectada, siempre que no estén adheridos a la piel.
  • Cubrir la herida con una gasa estéril o tela limpia, evitando aplicar remedios caseros como pasta de dientes, mantequilla o aceites.
  • Acudir a un centro médico en caso de quemaduras graves, extensas, en rostro, manos, pies, genitales o si afectan a niños pequeños.

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Lo que no se debe hacer, según especialistas en atención de urgencias, es reventar ampollas, usar hielo directamente sobre la piel o aplicar sustancias caseras que pueden empeorar la lesión e incrementar el riesgo de infección.

¿Qué hacer ante quemaduras graves?

De acuerdo con la Cruz Roja Mexicana, la OMS y la Mayo Clinic, esto es lo que se debe y no se debe hacer:

  • Llamar de inmediato a los servicios de emergencia (911 en México).
  • Proteger a la persona retirándola del contacto con la fuente de calor, fuego, químicos o electricidad, siempre que sea seguro hacerlo.
  • Verificar signos vitales: respiración y pulso. Si es necesario, iniciar reanimación cardiopulmonar (RCP).
  • No retirar ropa adherida a la piel. Solo quitar la que no esté pegada y que pueda seguir causando daño (como ropa en llamas).
  • Cubrir la quemadura con un paño limpio, sábana estéril o gasa. La prioridad es evitar infecciones.
  • Mantener a la persona abrigada y acostada, porque las quemaduras graves pueden provocar shock (piel fría, palidez, respiración débil).
  • No dar líquidos ni alimentos, en especial si la persona está inconsciente o con dificultad para tragar.
  • Traslado inmediato al hospital: todas las quemaduras graves requieren atención médica especializada.

Señales de quemaduras graves que requieren hospitalización:

  • Quemaduras que cubren áreas extensas del cuerpo.
  • Lesiones en cara, manos, pies, genitales o articulaciones mayores.
  • Quemaduras de tercer grado (piel carbonizada, blanca o con pérdida de sensibilidad).
  • Sospecha de daño en vías respiratorias por inhalación de humo (tos, dificultad para respirar, quemaduras en nariz o boca).

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En estos casos, la atención hospitalaria inmediata es fundamental para reducir complicaciones como infecciones, pérdida de líquidos y daño a órganos internos.

¿Aplicar o no agua?

Sí se puede aplicar agua en algunos casos:

  • En quemaduras graves por calor, se recomienda enfriar la zona con agua limpia y fresca (no helada) durante unos segundos hasta 1-2 minutos, solo si la quemadura es pequeña y localizada.
  • Esto ayuda a detener la acción del calor y reducir el daño en los tejidos.

No se debe aplicar agua cuando:

  • La quemadura es muy extensa (cubriendo gran parte del cuerpo). Mojar amplias zonas puede provocar hipotermia o shock.
  • Hay quemaduras químicas específicas (por ejemplo, con metales reactivos como sodio, potasio, calcio en polvo), ya que el agua puede empeorar la reacción. En esos casos se requieren enjuagues especiales o manejo hospitalario.
  • En quemaduras eléctricas, porque el daño interno puede ser mayor y el agua no detiene las lesiones.

Recomendación oficial (Cruz Roja, OMS, Mayo Clinic):

  • Usar agua limpia, a temperatura ambiente, durante un corto tiempo y sólo en quemaduras limitadas.
  • Después, cubrir con un paño estéril o limpio y trasladar a la persona a un hospital.

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El agua puede ayudar en los primeros segundos si la quemadura no es muy grande, pero no es recomendable empapar a la persona ni prolongar el contacto en casos graves.

La prevención también es clave. La Secretaría de Salud recomienda mantener líquidos calientes fuera del alcance de los niños, revisar las instalaciones de gas y electricidad en los hogares, y contar con un botiquín básico de primeros auxilios.

Conocer cómo actuar frente a una quemadura puede salvar vidas y reducir complicaciones, especialmente en situaciones donde cada segundo cuenta.

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