Dinamarca reconoce y pide perdón por la esterilización forzada de mujeres inuit en Groenlandia
Dinamarca ofreció este miércoles disculpas formales por su participación en la esterilización forzosa de miles de mujeres y niñas inuit en Groenlandia, una práctica que se remonta a las décadas de 1960 y 1970 y que se ejecutó sin el consentimiento de las víctimas.
El caso, conocido como “Espiral”, salió a la luz luego de que cerca de 150 mujeres demandaran al Estado danés en 2024, denunciando que se les colocó un dispositivo intrauterino (DIU) sin su autorización, en lo que consideran una grave violación a sus derechos humanos.
El primer ministro de Groenlandia, Jens-Frederik Nielsen, calificó este episodio como “un oscuro capítulo de nuestra historia”, mientras que la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, subrayó que “no podemos cambiar lo que ha ocurrido, pero podemos asumir nuestra responsabilidad”.
De acuerdo con la investigación preliminar, entre los años 60 y mediados de los 70, al menos 4,500 mujeres y adolescentes inuit —casi la mitad de las mujeres fértiles de Groenlandia en ese periodo— recibieron un DIU sin consentimiento, muchas de ellas siendo apenas adolescentes.
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El objetivo declarado de esta política era limitar el crecimiento demográfico en la isla ártica, cuya población crecía debido a mejoras en las condiciones de vida y la atención sanitaria.
Frederiksen reconoció que la anticoncepción forzada causó daños físicos y psicológicos, además de reflejar la discriminación sistemática contra los groenlandeses “por ser groenlandeses”.
Por su parte, Nielsen anunció que el Gobierno de Groenlandia ofrecerá indemnizaciones a las mujeres afectadas. “Demasiadas mujeres se vieron afectadas de una forma que dejó profundas huellas en vidas, familias y comunidades”, declaró, añadiendo que “ya era hora de que hubiera una disculpa oficial”.
El caso se mantiene bajo investigación conjunta de Dinamarca y Groenlandia desde septiembre de 2022. El informe final se espera para septiembre próximo, en un contexto en el que las voces de las víctimas siguen reclamando justicia y reparación.
