Distribución de ayuda, ejecución de civiles: ONU acusa al ejército israelí

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Al menos 613 palestinos han muerto en la Franja de Gaza entre finales de mayo y el 27 de junio mientras intentaban acceder a ayuda humanitaria, reveló este 4 de julio la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La portavoz Ravina Shamdasani denunció que estas muertes ocurrieron tanto en centros gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) —una entidad privada respaldada por Estados Unidos e Israel— como cerca de convoyes humanitarios de la ONU y otras organizaciones. En muchos casos, las víctimas fueron alcanzadas por bombardeos o disparos de las tropas israelíes.

“Es evidente que el Ejército israelí ha bombardeado y disparado contra los palestinos que intentaban llegar a los puntos de distribución”, enfatizó Shamdasani, quien exigió investigación, rendición de cuentas y acceso humanitario inmediato.

La Fundación Humanitaria de Gaza, vinculada a exmilitares y exagentes de inteligencia de EE. UU., ha negado las muertes en sus instalaciones y responsabiliza al Ejército israelí de los ataques en el perímetro. Sin embargo, la ONU se niega a colaborar con esta organización por considerar sus centros como “zonas de muerte”.

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Un reportaje del diario israelí ‘Haaretz’ reveló que soldados reciben órdenes para disparar a civiles que se acercan a los puntos de ayuda. “Es una zona de matar”, afirmó un militar entrevistado. Israel niega las acusaciones.

La situación humanitaria se agrava: este mismo viernes 4 de julio, al menos 20 palestinos murieron en otro ataque aéreo israelí. La Organización Mundial de la Salud reportó víctimas con heridas devastadoras, como un niño de 13 años con disparo en la cabeza y jóvenes con parálisis irreversible.

Mientras tanto, el presidente Donald Trump presiona por un alto el fuego y asegura que Israel ya aceptó una propuesta de 60 días para cesar hostilidades, aunque el Gobierno de Netanyahu no lo ha confirmado públicamente. Hamás dice estar evaluando la oferta, pero exige garantías para un fin permanente del conflicto.

La ONU advierte que el número de muertes podría ser mucho mayor y que, debido a la falta de acceso,quizá nunca podamos comprender la magnitud de lo que está sucediendo. Más del 80% del territorio gazatí está bajo órdenes de desplazamiento, y casi medio millón de personas enfrentan el riesgo de hambruna antes de septiembre. La destrucción de pozos y cultivos agrava aún más una crisis que ya es insostenible.

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