Invisible y olvidada: la dura realidad de las viudas en el mundo
La viudez en el mundo se vive de diferente manera, en algunas regiones la mujer es tratada con respeto, en otras es marginada al no tener a un hombre que la “proteja”.
Cada 23 de junio se conmemora el Día Internacional de las Viudas, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2010, con el objetivo de visibilizar la discriminación, pobreza y violencia que enfrentan millones de mujeres en el mundo tras la muerte de sus parejas.
Según datos de la ONU Mujeres, se estima que hay más de 258 millones de viudas en el mundo, de las cuales casi una de cada diez vive en condiciones de pobreza extrema. Muchas de ellas son excluidas socialmente, pierden derechos sobre bienes, e incluso son despojadas de sus hogares o sometidas a prácticas abusivas bajo normas culturales o legales desiguales.
En países donde no existen leyes que protejan el patrimonio conyugal, la viudez puede significar la pérdida inmediata del sustento, dejando a las mujeres y a sus hijas e hijos en situación de vulnerabilidad económica y social.
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En varias regiones de África y Asia, las viudas son forzadas a abandonar sus casas, no heredan tierras y son recluidas al aislamiento, según informes del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
En América Latina, aunque hay marcos jurídicos más sólidos, la viudez sigue afectando de manera desigual. En México, por ejemplo, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) ha señalado que muchas viudas mayores enfrentan desigualdades en el acceso a pensiones, cuidados y servicios básicos, especialmente en zonas rurales e indígenas.
La situación también impacta directamente a las niñas y niños huérfanos, quienes pueden ser forzados a abandonar la escuela o a trabajar para contribuir al ingreso familiar.
La Unión Africana, en sus informes sobre infancia y viudez, ha documentado cómo la falta de protección legal para las viudas tiene efectos intergeneracionales, perpetuando ciclos de pobreza y exclusión.
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El Día Internacional de las Viudas busca que los gobiernos adopten medidas urgentes y sostenidas para garantizar que estas mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos humanos, económicos y civiles; apela a romper el silencio social que rodea su realidad.
Se debe visibilizar la viudez como un problema estructural paso para ofrecer respuestas dignas a millones de mujeres que, tras perder a sus parejas, también han sido privadas de su seguridad, su voz y su lugar en la sociedad.
