Papá ni sus luces, pero la culpa es de mamá
Resulta casi cómico: cuando un padre decide no cumplir ni con el saludo de buenos días, la madre se convierte automáticamente en la villana de la historia.
¿La gran ausencia paterna? No importa. Lo importante es que mamá no “cumplió” como madre… y punto. Con la ausencia del padre, la madre se enfrenta sola a la crianza.
Pero, por alguna extraña lógica patriarcal, en lugar de culpar al padre —ese ser que desapareció— se recae todo sobre la madre. Como si su único error fuera no tener el don de la ubicuidad.
La “culpa maternal”: un prejuicio con historial
Investigaciones canadienses revelan que en archivos de servicios sociales, cuando hay padres ausentes, el sistema pone el foco en la madre —por omisión, abandono o falta de apoyo— mientras el padre generalmente «ni se menciona». Irónico: el que no estuvo es “irrelevante”, pero la que sí estuvo termina bajo sospecha.
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Y por si hacía falta, en el ámbito laboral se conoce el “penalti maternal”: las madres pierden hasta 35 % de potencial económico por cumplir con ambos roles, mientras los padres reciben un bono por su paternidad.
Eso sí, si papá decide no participar, nadie le baja el salario.
¿Y por qué tanta misoginia encubierta?
En Reddit alguien lo dice con ironía:
“¿Por qué las madres son culpadas por las malas conductas de los hombres… pero los hombres no son responsabilizados por ser padres ausentes?” reddit.com
Mientras tanto, una simple frase como “no cumpliste como mamá” lleva toda la culpa de las consecuencias… aunque el que faltó fue el padre.
Las consecuencias de la ausencia paterna son reales y dañinas; culpar únicamente a la madre es injusto y sexista. Los datos muestran efectos claros en comportamiento, salud y educación.
Pero mientras no se cuestione y responsabilice al padre ausente, seguiremos con este circo de la culpa invertida.
