“Soy mujer que soy”: la voz poética y rebelde de las jóvenes zapatistas

Ellas Dicen

Desde las montañas del sureste mexicano, un nuevo mensaje de lucha, dignidad y rebeldía ha resonado con fuerza. En un comunicado titulado “Como mujeres que somos”, las mujeres indígenas zapatistas compartieron el contexto y significado de una poderosa poesía presentada durante el encuentro de arte “RebelArte y RevelArte”, celebrado en abril de 2025.

En el video que acompaña el comunicado, tres jóvenes zapatistas del Caracol Jacinto Canek declaman, en lengua maya, el poema “Soy Mujer” o “Soy Mujer Indígena”, obra colectiva nacida del trabajo de escucha, memoria y reflexión realizado por promotoras de educación zapatistas.

Este poema, explican, es fruto de los diálogos entre generaciones de mujeres: abuelas, bisabuelas, madres, hermanas y las propias autoras, que se vieron a sí mismas desde su presente como jóvenes zapatistas.

A lo largo del video, también se muestran imágenes de los cursos de Herbolaria, Partería, Hueseras y Salud General, así como los avances en la construcción del quirófano y el taller de bicicletas, todos proyectos impulsados por y para mujeres zapatistas.

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La poesía es una radiografía emocional y política de lo que significa ser mujer indígena en un mundo estructurado por la desigualdad, el clasismo, el racismo y el patriarcado. A través de versos crudos y profundamente honestos, se enuncia el dolor de una existencia marcada por el desprecio, la objetivación y la pobreza, pero también el despertar de una conciencia que abraza la autonomía, la fuerza y la lucha colectiva:

“La palabra zapatista se hizo como mi mejor amiga / o mi salvación / hoy es mi comienzo / porque aprendí a quererme como soy / y a querer mi ser mujer”.

Las compañeras explican que el texto no sólo refleja un testimonio individual, sino que es eco de muchas, de las que han aprendido a odiar su cuerpo por mandato externo y que ahora recuperan su dignidad al reconocerse hermosas, valientes, fuertes y completas.

El poema culmina con una afirmación poderosa:

“Mi corazón valiente late con fuerza de ser libre”.

Antes de despedirse, con voz firme y entre consignas, gritan: “¡Vivan las mujeres!”, seguido de un “¡Vivan las mujeres palestinas!”, tendiendo un puente de solidaridad con otras mujeres que también resisten.

Con este mensaje, las mujeres indígenas zapatistas recuerdan que la lucha no solo se vive con armas, sino también con la palabra, con la memoria, con la ternura y la organización. Porque como mujeres que son, han decidido vivir, luchar y crear desde su raíz, con paso firme y espíritu de mariposa.

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