“Ni olvido ni perdón”: mujeres víctimas del franquismo irrumpen disculpa de la Iglesia en Madrid
Supervivientes de los centros de rehabilitación franquistas interrumpieron el lunes una ceremonia organizada por comunidades religiosas católicas en la Fundación Pablo VI de Madrid, donde se ofrecían disculpas públicas por los abusos sufridos durante la dictadura de Francisco Franco.
Las mujeres denunciaron que el acto no representaba una verdadera reparación y exigieron acciones concretas del Estado español y de la Iglesia católica.
Durante la ceremonia, organizada por la Confederación Española de Religiosos (CONFER), el presidente del organismo, Jesús Díaz Sariego, leyó una disculpa e invitó a las asistentes al escenario mientras se proyectaban testimonios.
Sin embargo, el ambiente cambió radicalmente cuando mujeres de entre 60 y 70 años, activistas y familiares alzaron pancartas con la palabra “No”, las lanzaron al público y comenzaron a gritar “verdad, justicia y reparación” y “ni olvido ni perdón”.
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La protesta forzó a los organizadores a suspender abruptamente el evento, encendiendo las luces del auditorio y abandonando el protocolo previsto. Desde entonces, CONFER ha señalado que podría emitir un comunicado de respuesta en los próximos días.
Las manifestantes —algunas pertenecientes al colectivo Desterradas Hijas de Eva, fundado por la escritora y activista Consuelo García del Cid— denunciaron que las disculpas eran solo un “lavado de cara”, además de acusar a la organización religiosa de censurar testimonios y evitar hablar del robo de bebés en esos centros.
Miles de mujeres fueron internadas forzosamente entre los años cuarenta y los ochenta, acusadas de “faltas morales” como embarazos fuera del matrimonio o por tener ideas políticas de izquierda.
Estos internamientos, avalados por el Patronato de Protección a la Mujer, eran parte de la estructura represiva del régimen franquista y se mantuvieron una década después de la muerte de Franco en 1975.
Las víctimas exigen al Estado español una reparación integral similar a la ofrecida por Irlanda en 2013 por los abusos en las Lavanderías de la Magdalena: disculpas formales, apoyo psicológico, compensaciones económicas y reconocimiento legal.
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El Ministerio de Memoria Democrática, creado para abordar los crímenes del franquismo, aplaudió previamente el acto de CONFER y tiene prevista su propia ceremonia de reconocimiento este año.
No obstante, la protesta ha dejado claro que para las víctimas no basta con los gestos simbólicos: exigen acciones tangibles y una verdadera responsabilidad histórica.
