Ser arromántico, diversidad afectiva
Ser arromántico —o “aro”— implica vivir con poca o ninguna atracción romántica hacia otras personas.
No es frialdad emocional ni incapacidad para amar, sino una forma distinta de establecer vínculos profundos y significativos, generalmente platónicos o queerplatónicos.
Aunque en México no existen datos oficiales sobre la prevalencia del arromanticismo, investigaciones internacionales y experiencias comunitarias ofrecen una ventana reveladora:
- Estudios globales indican que, en algunos países, entre 0.3 % y 1 % de la población puede identificarse como arromántica .
- En México, esta orientación sigue siendo invisibilizada; ni el INEGI ni encuestas nacionales como ENDISEG recogen específicamente datos sobre el arromanticismo, lo que dificulta medir cuántos se identifican así.
Retos de validación y pertenencia
Las normas sociales, fuertemente marcadas por la amatonormatividad —la idea de que todo el mundo necesita una pareja romántica—, suelen invisibilizar las experiencias arrománticas, generando presiones, estigmas y ansiedad.
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Muchos arrománticos enfrentan la invalidación cotidiana: “eso es solo una etapa” o “no has encontrado a la persona adecuada”.
El estricto énfasis social en el amor romántico —o amatonormatividad— genera presiones para que todos busquen pareja, lo que puede causar exclusión, ansiedad o estigmatización entre quienes no sienten esa atracción.
Los aros a menudo enfrentan comentarios como “solo es una etapa” o “todavía no has encontrado a la persona adecuada” . También hay poca representación en los espacios LGBTTTIQA+.
Dentro del espectro arromántico hay identidades como demiromántico, grisromántico o cupiorromántico, demostrando que el espectro de diversidad afectiva es amplio.
¿Por qué es vital reconocer el arromanticismo?
El arromanticismo nos recuerda que el amor no siempre es romántico: existen vínculos significativos que se construyen sin besos, noviazgos o expectativas de pareja.
- Valida a quienes no encajan en el molde romántico convencional y sufren por ello.
- Enriquece el concepto de diversidad afectiva, reforzando la idea de que todas las formas de afecto son válidas.
- Sirve de base para protección legal, educación inclusiva y políticas de salud mental que abracen la pluralidad emocional humana.
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Ser arromántico significa experimentar relaciones plenas fuera del modelo del amor romántico, enfrentar luchas derivadas de las normas sociales y buscar reconocimiento dentro de la diversidad LGBTTTIQA+.