Del silencio al aula: Zénabou y el poder de la educación inclusiva
En la República Centroafricana, donde los conflictos prolongados, la pobreza y el colapso de servicios limitan severamente las oportunidades, una nueva iniciativa piloto está cambiando el panorama para niños con discapacidad.
Una de esas historias es la de Zénabou, una niña de 14 años que es sorda y que, hasta hace poco, vivía al margen de la escuela. “Me atormentaba ver a los demás niños ir a la escuela”, recuerda. Su realidad cambió gracias a un programa de educación inclusiva impulsado por la ONU, que le permitió sentarse en un aula, aprender lengua de señas y descubrir que no estaba sola.
Esta iniciativa ofrece clases especializadas, material didáctico adaptado, apoyos a la movilidad y un sistema comunitario que integra a niñas y niños como Zénabou en escuelas primarias ordinarias.
Hoy, más de 30 estudiantes con discapacidad auditiva y visual asisten juntos a clases en la ciudad de Bambari, en lo que representa un avance histórico en la región.
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La República Centroafricana enfrenta una de las crisis educativas más severas del mundo: más de un millón de niños y adolescentes están fuera de la escuela. Para quienes tienen una discapacidad, las barreras estructurales y el estigma social hacen casi imposible el acceso al aprendizaje.



Antes de ingresar a este programa, Zénabou no podía comunicarse con su entorno. Ahora, escribe, lee y firma con fluidez.
El proyecto es financiado por La educación no puede esperar, el fondo global de la ONU para educación en emergencias, con el respaldo de UNICEF, la ONG Humanidad e Inclusión, el Centro de Alfabetización y Formación en Braille y la Asociación Nacional de los Discapacitados Auditivos de la República Centroafricana.
Inspirado en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, este esfuerzo reconoce que una educación inclusiva de calidad no solo transforma a quien la recibe, sino que rompe estigmas y reconstruye comunidades. La escuela, para Zénabou y muchos más, ya no es una puerta cerrada, sino una promesa abierta al futuro.