Transfeminicidio, tipificar para frenar la violencia transmisógina

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El transfeminicidio es el asesinato de una mujer trans motivado por odio hacia su identidad de género.

Este tipo de crimen tiene raíces en la transmisoginia, es decir, la aversión específica hacia las mujeres trans, y suele estar marcado por una violencia extrema, deshumanización y la intención de castigar a la víctima por transgredir las normas de género.

Su reconocimiento legal no solo es un paso simbólico, sino una herramienta fundamental para que las autoridades investiguen con perspectiva de género e identidad.

En México, la violencia contra las mujeres trans ha alcanzado niveles alarmantes. Según datos del Centro de Apoyo a las Identidades Trans (CAIT), entre 2007 y 2022 se registraron 590 asesinatos de personas transgénero, con un promedio de 53 casos anuales. Esta cifra posiciona al país como uno de los más peligrosos para la comunidad trans a nivel mundial.

Ante esta realidad, la tipificación del transfeminicidio como delito específico se vuelve crucial. En julio de 2024, el Congreso de la Ciudad de México aprobó la “Ley Paola Buenrostro”, nombrada en honor a una mujer trans asesinada en 2016.

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Esta ley establece penas de 35 a 70 años de prisión para quienes cometan transfeminicidio y reconoce el derecho de la “familia social” de la víctima a reclamar su cuerpo y tramitar su acta de defunción, respetando su identidad de género.

Sin embargo, esta legislación aún no es una realidad en todo el país. La falta de reconocimiento legal del transfeminicidio en la mayoría de los estados perpetúa la impunidad y la invisibilización de estas violencias.

Es imperativo que las autoridades federales y estatales trabajen en conjunto para tipificar el transfeminicidio en todo el territorio nacional, garantizando así el acceso a la justicia para las víctimas y sus familias.

La vida y dignidad de las personas trans deben ser protegidas por el Estado, y ello comienza por reconocer y sancionar adecuadamente los crímenes que las afectan.

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