Romper el techo de cristal
El techo de cristal es una barrera invisible pero real que impide a muchas mujeres alcanzar posiciones de liderazgo o acceder a mejores condiciones laborales, a pesar de contar con la preparación y experiencia necesarias.
Este fenómeno, alimentado por estereotipos, desigualdades estructurales y sesgos de género, continúa limitando el desarrollo profesional femenino en múltiples sectores.
¿Qué es el techo de cristal?
El término techo de cristal describe los obstáculos no visibles que dificultan el ascenso de las mujeres en sus carreras, incluso cuando tienen las mismas o mejores cualificaciones que sus colegas masculinos.
Estas barreras se manifiestan en decisiones de contratación, promoción y asignación de responsabilidades, y suelen estar arraigadas en normas culturales y estructuras organizacionales que perpetúan la desigualdad.
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En México, este fenómeno persiste en diversos sectores, reflejando una profunda desigualdad de género en el ámbito laboral y profesional.
¿Cómo afecta a las mujeres en México?
A pesar de que las mujeres representan aproximadamente el 43% de la fuerza laboral en el país, su presencia en puestos de alta dirección es significativamente menor.
Un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reveló que en 2024, solo el 3% de las empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores tienen a una mujer como directora general. Además, solo el 11% de las empresas cuentan con mujeres en direcciones financieras.
La discriminación laboral también es una manifestación del techo de cristal. Entre octubre de 2020 y octubre de 2021, el 21.7% de las trabajadoras en México reportaron haber sufrido discriminación laboral.
Dentro de este grupo, el 10.8% mencionó haber tenido menos oportunidades que un hombre para ascender, y al 9.8% le pagaron menos que a un hombre que realiza el mismo trabajo o tiene el mismo puesto.
Además, las mujeres enfrentan una carga desproporcionada en el trabajo doméstico y de cuidados. Según datos del INEGI, las mujeres dedican en promedio 28.8 horas semanales a estas tareas, mientras que los hombres dedican 12.6 horas. Esta doble jornada limita el tiempo y las oportunidades de las mujeres para avanzar en sus carreras profesionales.
Mujeres que rompen el techo de cristal
A pesar de estas barreras, algunas mujeres han logrado romper el techo de cristal en México:
MUJERES CON ALAS: Florence Nightingale
- Katya Somohano: se convirtió en la primera mujer CEO de Iberdrola México, una empresa enfocada en la generación de energía limpia.
- Blanca Treviño: presidenta y CEO de Softtek, fue la primera mexicana en el Salón de la Fama de Mujeres en Tecnología y Outsourcing Hall of Fame.
- Ifigenia Martínez: pionera de la izquierda mexicana y defensora de los derechos femeninos, fue la primera mujer en dirigir la Escuela Nacional de Economía y cursar un posgrado en Harvard. Su trayectoria ha sido reconocida por su papel en romper múltiples techos de cristal.
¿Cómo romper el techo de cristal?
Para avanzar hacia la equidad de género en el ámbito laboral, se pueden implementar diversas estrategias:
- Políticas de igualdad salarial: asegurar que las mujeres reciban el mismo salario que los hombres por realizar el mismo trabajo.
- Programas de mentoría y liderazgo: fomentar el desarrollo profesional de las mujeres mediante mentorías y programas de liderazgo.
- Flexibilidad laboral: implementar horarios flexibles y opciones de trabajo remoto para equilibrar las responsabilidades laborales y familiares.
- Educación y sensibilización: promover la igualdad de género desde la educación básica y sensibilizar a las organizaciones sobre la importancia de la diversidad e inclusión.
Romper el techo de cristal es una cuestión de justicia social, una estrategia para aprovechar el talento y potencial de toda la población, contribuyendo al desarrollo económico y social del país.