¿Por qué las cirugías en infancia a personas intersexuales se consideran mutilación genital?
En el marco del Día de la Solidaridad Intersexual, es fundamental recordar que asignar un género y realizar intervenciones quirúrgicas genitales en la infancia de personas con variaciones de sexo —sin su consentimiento— equivale a una forma de violación de su integridad corporal, y por ello es catalogada, por numerosas organizaciones de derechos humanos, como mutilación genital intersexual.
Las personas intersexuales —o con variaciones en el desarrollo de las características sexuales— nacen con cromosomas, gónadas, genitales o estructuras sexuales que no encajan en las típicas definiciones binarias de “masculino” o “femenino”.
Ante esta diversidad, durante décadas muchas instituciones médicas optaron por realizar, en bebés o niños pequeños, lo que se denominó “cirugías de normalización genital”, destinadas a que sus cuerpos ajustaran a expectativas sociales de género.
¿Por qué se considera mutilación?
- Cuando estas intervenciones se realizan sin consentimiento informado de la persona, a una edad en la que no puede decidir por sí misma, se vulneran los derechos a la autonomía corporal y a la integridad física.
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- La evidencia científica y médica cuestiona que estas cirugías tempranas contribuyan a mejoras reales en la salud, la función sexual o la calidad de vida. En muchas ocasiones, los daños documentados incluyen pérdida de sensibilidad genital, infertilidad, dolor crónico y rechazo de la identidad asignada.
- Organismos de salud y derechos humanos abogan por que tales intervenciones solo se realicen cuando sean médicamente necesarias (por riesgo de salud grave), y no por criterios estéticos o de ajuste a normas de género.
¿Cuál es la propuesta de cambio urgente?
Las guías éticas contemporáneas sostienen que estas cirugías deben aplazarse hasta que la persona pueda comprender la intervención y dar su consentimiento libre e informado.
Se debe promover el acceso a apoyo psicológico, educativo y al desarrollo de una identidad corporal sin urgencia de ajuste físico, en lugar de priorizar la modificación temprana.
Celebrar y reconocer el valor de la diversidad corporal y sexualidad humana, dejando de ver a los cuerpos intersex como “problemas a corregir” y comenzando a considerarlos como parte legítima de la experiencia humana.
Recordar que mientras persistan prácticas de intervenciones quirúrgicas en infancia sin consentimiento, muchas personas intersex enfrentan daño físico, emocional y social.
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Cada cuerpo merece respeto, derecho a decidir y vivir sin cirugía impuesta. Este día es una invitación a acompañar sus voces, reconocer su dignidad y exigir políticas de salud que protejan su autonomía.




