Cuando los anticonceptivos fallan
El Día Mundial de la Anticoncepción se celebra cada 26 de septiembre y su objetivo es mejorar el conocimiento sobre los métodos anticonceptivos para que todas las personas puedan tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva.
Sin embargo, la efectividad no es del 100%, y es esencial abordar por qué fallan, no solo para informar, sino para abogar por una perspectiva de género que incluya el aborto como un derecho reproductivo fundamental.
Fallos y desafíos en el uso de la anticoncepción
A pesar del conocimiento y la variedad de opciones disponibles, la anticoncepción puede fallar. Es una realidad que evidencia cómo, incluso con la mejor planificación, hay factores que escapan a nuestro control individual y social.
Los métodos anticonceptivos se miden con dos tasas de efectividad: el uso perfecto (cuando se utiliza de manera rigurosa y correcta en cada ocasión) y el uso típico (que refleja la efectividad en la vida real, considerando el error humano). La diferencia entre ambas tasas es significativa y subraya que el comportamiento humano es la causa más común de falla.
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| Método Anticonceptivo | Tasa de Falla con Uso Perfecto | Tasa de Falla con Uso Típico |
| Píldora Anticonceptiva | 0.3% | 9% |
| Parche o Anillo | 0.3% | 9% |
| Inyección | 0.2% | 6% |
| Preservativo (Condón) | 2% | 18% |
Las causas de la falla en el uso típico no son meros descuidos individuales, sino la intersección de factores biológicos, sociales y sistémicos:
- Error de la usuaria/o:
- Olvido de tomar la píldora a diario o de inyectarse a tiempo.
- Uso incorrecto del preservativo (demasiado tarde, ruptura o deslizamiento).
- Extracción accidental del anillo vaginal.
- Factores externos (Interacciones): Ciertos medicamentos (como antibióticos o anticonvulsivos) o suplementos herbales (como la hierba de San Juan) pueden reducir la eficacia de los anticonceptivos hormonales.
- Factores biológicos inesperados: Vómitos o diarrea prolongada pueden impedir la absorción de la píldora oral, haciendo que falle.
- Fallos del método intrínseco: Aunque son muy raros, los implantes o DIU (Dispositivos Intrauterinos) pueden fallar si no son insertados correctamente por el personal médico o si son expulsados naturalmente por el útero.
Más allá de la responsabilidad individual
La perspectiva de género es vital al analizar la falla anticonceptiva. La responsabilidad de la planificación familiar recae históricamente, y a menudo injustamente, sobre las mujeres y personas con capacidad de gestar. Esto agrava la carga de lidiar con un embarazo no deseado, resultado de un fallo en el método, ya sea por un error propio, de la pareja, o por una interacción médica no controlada.
- Carga y Coerción: Aún existen casos donde la decisión anticonceptiva no es totalmente autónoma, sino influenciada o incluso impuesta por la pareja, lo cual afecta el apego al método y, por ende, su efectividad.
- Efectos Secundarios y Abandono: La percepción o asociación de efectos adversos (como cambios de humor, aumento de peso, o sangrado irregular) es una de las principales causas de abandono o discontinuación del método. El sistema de salud debe garantizar una consejería completa y un seguimiento adecuado para minimizar esta situación.
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Aborto seguro: derecho reproductivo para garantizar la autonomía
Cuando los anticonceptivos fallan, la consecuencia más inmediata es un embarazo no deseado. La salud y los derechos sexuales y reproductivos de las personas incluyen el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y futuro, libre de coerción, discriminación y violencia.
Por ello, el acceso a servicios seguros para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) es un componente esencial de los derechos reproductivos y una red de seguridad indispensable en caso de falla anticonceptiva.
Reconocer el aborto como un derecho no es fomentar su uso como método de control, sino garantizar la autonomía y la integridad corporal de la persona que enfrenta un embarazo no deseado, producto de un fallo que a menudo es sistémico y no solo individual.
Si bien la información y el acceso a métodos son pilares, debemos asumir que el control absoluto es una ilusión. Por un lado, se necesita mejorar la calidad de la consejería y la investigación sobre nuevos métodos; por otro, se debe proteger el derecho fundamental a tomar decisiones reproductivas libres frente a la inevitabilidad de la falla.



