UNICEF alerta: recortes globales dejarán sin escuela a seis millones más de niños y niñas
Los recortes en la financiación mundial de la educación amenazan con dejar sin escolarizar a seis millones más de niños y niñas para finales de 2026, según un nuevo análisis publicado por UNICEF. La reducción prevista asciende a 3.200 millones de dólares, lo que representa un 24% menos que en 2023, y elevaría el número de menores fuera de las aulas de 272 millones a 278 millones en todo el mundo.
La Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, advirtió que “cada dólar que pierde la educación pone en peligro el futuro de un niño o niña”, recordando que la escuela no solo significa aprendizaje, sino también acceso a salud, protección y nutrición, especialmente en contextos de emergencia.
El impacto será especialmente devastador en África Central y Occidental, donde 1,9 millones de niños podrían abandonar la escuela, y en Oriente Medio y Norte de África, con un aumento de 1,4 millones sin escolarizar. Países como Côte d’Ivoire y Malí figuran entre los más afectados, con caídas de matrícula del 4%, lo que equivale a 340.000 y 180.000 estudiantes, respectivamente.
CONTINÚA LEYENDO: El “Efecto Rebeca Andrade”: Brasil vive un boom de gimnasia tras París 2024
La educación primaria será la etapa más golpeada, perdiendo hasta un tercio de su financiación, lo que agravará la crisis del aprendizaje y podría traducirse en 164.000 millones de dólares menos en ingresos futuros para los menores afectados.
Además, la reducción de fondos en contextos humanitarios pone en riesgo proyectos vitales. En el caso de los refugiados rohinyás, hasta 350.000 niños y niñas podrían perder el acceso permanente a la educación básica. Los recortes también amenazan programas de alimentación escolar —a veces la única comida nutritiva del día— y los apoyos a la educación de las niñas, aumentando la vulnerabilidad frente a la explotación, el trabajo infantil y la trata de personas.
UNICEF llamó a los países donantes a proteger la educación con medidas urgentes, entre ellas:
- Redistribuir los fondos de manera equitativa, destinando al menos el 50% a los países menos adelantados.
- Priorizar la educación en emergencias como un servicio esencial junto a salud y alimentación.
- Invertir en el aprendizaje básico, especialmente en educación preescolar y primaria.
- Simplificar el sistema de financiación mundial y fortalecer métodos innovadores sin sustituir la inversión básica.
“La inversión en educación infantil es una de las mejores apuestas de futuro para cualquier país”, afirmó Russell, subrayando que una infancia con educación y salud es clave para un mundo más estable y próspero.
