Mujeres vetadas en la política holandesa: el SGP y su rechazo histórico
El Partido Político Reformado (SGP), formación ortodoxa calvinista con tres escaños en el Parlamento de Países Bajos, vuelve a generar polémica al excluir a mujeres de sus listas para las elecciones generales del 29 de octubre.
Aunque desde 2013 las mujeres pueden, en teoría, postularse, la práctica muestra que la inclusión sigue sin concretarse. El partido defiende que las mujeres carecen de la “vocación femenina” para ocupar cargos públicos, por lo que no son consideradas necesarias en sus listas electorales.
En mayo pasado, el SGP rechazó que Lilian Janse, concejala de Vlissingen, fuera propuesta como candidata nacional, reafirmando su postura sobre la participación política femenina.
CONTINÚA LEYENDO: De sufragio y silencio: las mujeres afganas entre el voto arrebatado y la esperanza
Fundado en 1918 por miembros del Partido Antirrevolucionario que se oponían al sufragio femenino, el partido mantiene posturas conservadoras: rechaza el matrimonio gay, el feminismo, la vacunación obligatoria, el aborto y la eutanasia, mientras respalda la pena de muerte, abolida en Países Bajos desde 1870. Uno de sus fundadores, Hendrik Kersten, promovía una Holanda “sin cine, sin deportes, vacunación ni seguridad social”.
Históricamente, el partido ha limitado la participación de mujeres: en 1993 les negó el derecho a afiliarse, una medida declarada contraria a los Derechos de la Mujer por Naciones Unidas en 2000. No fue sino hasta 2013, tras fallos del Tribunal Supremo y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que pudieron ser aceptadas formalmente en las listas.




