La bisexualidad no desaparece: sigue existiendo, sin importar con quién se esté
La bisexualidad sigue siendo una orientación sexual ampliamente incomprendida. Una de las ideas más extendidas, pero incorrectas, es pensar que una persona deja de ser bisexual dependiendo de la pareja con la que esté.
Esta creencia no solo es falsa, sino que invisibiliza y borra la existencia de millones de personas bisexuales en todo el mundo.
Una mujer bisexual que mantiene una relación con un hombre no se vuelve automáticamente heterosexual. Del mismo modo, si su pareja es una mujer, eso no la convierte en lesbiana.
La bisexualidad es una orientación válida y constante, que no depende del contexto o de una relación en particular, sino del atractivo emocional, romántico y/o sexual hacia más de un género.
Expertos en sexualidad, como la Asociación Americana de Psicología, señalan que la bisexualidad no es una etapa, una indecisión ni una confusión. Es una identidad legítima que merece respeto y reconocimiento, sin importar si se hace visible mediante una relación heterosexual, homosexual o ninguna.
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Muchas personas bisexuales enfrentan bifobia; esto puede traducirse en aislamiento, invalidación o presión para definirse como “de un lado o del otro”.
Por eso, es importante recordar y difundir: una persona bisexual sigue siéndolo sin importar con quién comparta su vida amorosa. No se trata de una fase ni de un punto intermedio, sino de una identidad real que merece ser visibilizada, protegida y celebrada.
La orientación no se anula por amor, se reafirma por la libertad de vivirlo.
