Nil Bailarín, primera gobernadora indígena trans de Colombia

Ellas Dicen

Desde Mutatá, Antioquia, emerge la voz de Nil Bailarín, una mujer que desde niña supo que su cuerpo quería danzar, pero también resistir.

A los seis años, impulsada por el ejemplo de su madre, bailó por primera vez sobre un escenario; sin saberlo, iniciaba así una lucha que la llevaría a ser la primera gobernadora indígena trans de Colombia en 2022 y una referente en la defensa de los derechos de las personas LGBTIQ+ indígenas.

Hoy, Nil forma parte de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), desde donde impulsa un trabajo que busca transformar la vida de quienes, como ella, han sido invisibilizadas por el género, la identidad y el territorio.

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Lo hace a través de ProDefensoras, una alianza entre ONU Mujeres, la Embajada de Noruega y el Gobierno Nacional, centrada en salvaguardar la vida y el liderazgo de mujeres indígenas en Antioquia, Chocó, Nariño y Cauca.

Comencé a interesarme por lo social cuando mi papá me llevaba a las reuniones comunitarias. Entonces solo hablaban los hombres. Hoy, las mujeres ya tomamos la palabra”, recuerda Nil, quien construyó su liderazgo en medio de la exclusión y la discriminación, incluso dentro de su propia familia.

Ser mujer trans indígena le significó cargar, como ella dice, “una cruz de alto voltaje“. La exclusión fue constante. Pero con el tiempo, logró reconocerse como mujer en un contexto profundamente conservador, y desde ahí levantó su voz por las personas indígenas LGBTIQ+ de su comunidad Jaikerazabi.

Desde ProDefensoras, Nil impulsa espacios políticos que antes parecían imposibles. Bajo su liderazgo, más de 200 mujeres indígenas de las subregiones de Antioquia participaron en un encuentro que definió estrategias de participación política y prevención de violencia de género.

Se actualizaron agendas, se eligieron liderazgos y, por primera vez, las mujeres indígenas trans, lesbianas y gays ocuparon lugares clave en la estructura política comunitaria.

“No conocía las palabras trans, transexual, ni LGBTIQ+. Solo sabía que era una mujer”, dice Nil sobre su proceso de autorreconocimiento. Ese testimonio, íntimo pero profundamente político, representa hoy una bandera de resistencia y transformación.

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Uno de los logros más significativos de esta iniciativa ha sido la creación del Fondo de Emergencia “Jauribia”, con un enfoque étnico, territorial y espiritual, que brinda contención a mujeres víctimas de violencia de género.

También se han implementado campañas como “Mujeres y Hombres de Igual a Igual” y “Las violencias de género no hacen parte de nuestra cultura”, que han alcanzado a más de 200 mujeres y autoridades indígenas, promoviendo nuevas rutas de atención y formas de sanación colectiva.

Nil Bailarín tiene claro su propósito: fortalecer políticamente a las lideresas indígenas para que sus voces no solo sean escuchadas, sino que se conviertan en fuerza transformadora dentro y fuera de sus comunidades. Porque, como ella afirma, “valorarse como mujer es también ejercer poder”.

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